Ocasionalmente creo que la vida es una mierda. Y en otras sólo necesito ver como mi perro mueve la cola contento para sentirme en las nubes y pensar que merece la pena seguir intentándolo.
La vida es así, una puta caótica que me trae de cabeza.
A veces soy como una planta marchita. Si me riegas, me desperezo y revivo durante un rato. Pero al cabo de un tiempo, cuando el agua se ha secado, vuelvo a mi postura moribunda.