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jueves, 8 de noviembre de 2012

ETERNO. CAPITULO 1º

Como era habitual salia tarde del trabajo... Trabajo que adoraba, vivía para ello, pero que por otro lado, le absorbía todo su tiempo.... Su hermana solía decirle que tenia que asomarse al mundo real de vez en cuando, para no perderse en el mundo de los libros... Pero no podía evitarlo, se sentía mucho mejor entre las estanterías repletas de libros  apilados de la biblioteca, que en su propia casa. Era feliz rodeada de tantas historias , muchas de ellas por descubrir, porque, como siempre solía decir cuando hablaba  entre amigos,  le faltaba tiempo y años de vida para disfrutar del placer de  leer todos los libros que le gustaría... Finalmente, después de comprobar que todo estaba debidamente ordenado para el día siguiente, se acerco al cuadro de luces y corto la corriente apagando el fusible general. Echo un ultimo vistazo a la oscura sala y dio media vuelta para salir por las pesadas  y enormes puertas de madera , que tenían el honor de tutelar la entrada a la biblioteca. Echo el cierre a la robusta puerta y rodó las llaves . Ella custodiaba esas llaves desde hacia un par de años y las guardaba como oro en paño... Su empleo en la biblioteca había comenzado como algo temporal, y las responsabilidades por aquel entonces, eran mínimas...  Había cursado sus estudios universitarios y se había preparado, y dos meses después una de las vacantes de la biblioteca habia quedado libre... El puesto ni siquiera salio a concurso, que era el procedimiento habitual.,   el responsable de la gestión de la biblioteca de la ciudad se había puesto en contacto directamente con ella, puesto que todavía conservaban su currículum entre los archivos del personal y teniendo en cuenta la capacidad demostrada en las anteriores ocasiones en las que había trabajado allí y con sus estudios terminados y un master en bibliotecas y patrimonio documental, evidentemente, le dio el puesto sin tener que pensarlo demasiado. Desde ese momento había ocupado un puesto relevante , se encargaba del archivo y tenia a su cargo otras dos mujeres un poco mayores que ella, y sus responsabilidades habían ido en aumento hasta que llego el día que tuvo practicamente el control de la biblioteca. Por encima en la escala de mando solo estaba el director y luego la persona que la había contratado, el responsable de la gestión de la biblioteca, que respondía a si mismo , al regidor de cultura del ayuntamiento. Podía decir que estaba mas que contenta con el puesto que ocupaba y que podía disfrutar de relativa libertad a la hora de tomar decisiones, algo que realmente le facilitaba sobremanera su trabajo.  El director le daba mucho margen a la hora de ejercer y Anna se había ganado su confianza mostrándose mucho mas que cualificada para el puesto. 
Bajo los amplios escalones que daban a la calle y se arrebujo con presteza el cuello de la chaqueta que llevaba... Todavía no hacia mucho frío, estaban a principios de noviembre, pero las temperaturas eran ya bastante frescas y definitivamente el calor del verano que normalmente se extendía en el tiempo hasta mediados de octubre, había sido sustituido por el frío del invierno que , según pasaran las semanas , se haría mas crudo y persistente... Acelero el paso hasta llegar al coche que se abrió con un pitido de la llave. Arranco y  salio de la calle pobremente iluminada para pasar a engrosar el trafico de la avenida principal. Todavía  seguía con tiritonas cuando llego a casa  . Decidida a tomarse una ducha caliente, una cena reconfortante y meterse en la cama después de sacar de paseo a Argus, se dirigió hacia la entrada . Vivía en una calle  amplia con casitas muy parecidas entrer si, de dos plantas y con un jardin delantero. Se había mudado allí cuando consiguió el trabajo. Todavía no era suya en propiedad , pero según sus planes, pronto lo seria... 
De pronto un pequeño movimiento por el rabillo del ojo la sobresalto y llamo su atención... 







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