lunes, 17 de diciembre de 2012
ETERNO. CAPITULO III
- Pero habrás puesto una denuncia , no?- le preguntó Susana bastante sorprendida- Después de acudir a la comisaría , había llegado al trabajo con el rostro demacrado, cansancio en los ojos de haber dormido mal y llorado hasta caer rendida, y el miedo todavía metido en el cuerpo. Las chicas le habían preguntado si estaba enferma o le ocurría algo, y Anna les había relatado su experiencia de la noche anterior...
Susana y Olivia . No podía considerarlas íntimas amigas porque no lo eran, pero su relación laboral era lo bastante fluída y cordial, para poder confiarles la historia del callejón. Además, puede que compartiendolo con alguien se sintiera mejor.... O tal vez, no. El caso es que después de relatarles lo ocurrido , sin entrar en detalles escabrosos, como que el individuo en cuestión, tenía los dientes más largos que un can y que había pretendido que ella fuera su cena, las chicas se quedaron anonadadas y mudas por la sorpresa. Y cuando llegó a la parte en donde entraba en escena su rescatador, ellas pusieron ojitos y soltaron alguna que otra risita para aliviar la tensión. Pero lo cierto es que ambas se habían quedado con la boca abierta del asombro y de la incredulidad, y se habían lanzado a preguntar cosas del tipo ¿cómo estás? ¿te hizo daño? ¿seguro que estás bien?, de una manera frenética. Cuando el asombro inicial dió paso a la reflexión y a comentar una y otra vez, los detalles del suceso, empezaron a relajarse un poco más y por un momento Anna pudo sentir que la tensión que había acumulado en su cuerpo desde el maldito acontecimiento, poco a poco, empezaba a desaparecer, y que después de todo, gracias a la intervención de Samuel, no había sucedido nada que no pudiera remediarse.
-Sam, Sam...... ¿Sam que más?- había preguntado Olivia curiosa- ¿No te dijo como se apellidaba?
-No, la verdad es que no lo hizo... El tampoco parecía muy cómodo con la situación...
-Y no se te ocurrió preguntarle?- insistió Olivia apurada- Anna te rescató como un superhéroe, te llevo a su casa.. porque, ¿era su casa, no?
- No lo sé Olivia, supongo que sí.... Y no se me ocurrió preguntar nada.... No estaba de humor para preguntas..... Lo único que quería era llegar a casa y esconderme bajo la almohada.... - suspiró Anna- No creo que hoy me vaya tan tarde a casa, puede que me tome la tarde libre.... Necesito descansar. Tal vez, debería haberme quedado en casa... Pero quedarme en la cama , dándole vueltas, creo que hubiera sido incluso peor...
-Puede ser Anna, pero de verdad , te ves bastante mal- le dijo Susana sintiéndo lástima por su aspecto- Has ido a la comisaria, has venido a trabajar y entiendo tus motivos, pero sinceramente no creo que estés en condiciones de estar aquí hoy. Tienes un aspecto horrible, sin ánimo de ofender, y necesitas un buen sueño reparador con urgencia... ¿Porqué no te marchas a casa ya? No deberías estar aquí, si me permites decírtelo.- concluyó -.
- Puede que tengas razón pero ahora mismo no me siento con ánimos de irme a casa. Quiero terminar la mañana y dejar mis asuntos en orden. Puede que cuando lo tenga todo dispuesto, me tome la tarde libre...Ya veremos....
-Si te preocupa el horario de la tarde, olvídate, que nosotras nos haremos cargo... Puede que no nos marchemos tan tarde como tú, pero podemos abrir y cerrar por tí, y podemos apañarnos , de eso no te preocupes.-ofreció Susana de buena fe.-
-Lo sé, Susana, lo sé.... No dudo de vuestra capacidad- argumentó Anna agradecida- Ése no es el asunto. - Y finalmente concedió- Está bien, está bien.... En cuánto tenga todo organizado para hoy, me marcharé a casa....Puede que sea lo mejor. La verdad es que me gustaría cerrar los ojos y poder dormir dos días seguidos.
Y siguieron hablando y conjeturando mientras trabajaban, iban y venían, sobre aquel feo asunto y sobre el misterioso hombre que la había rescatado como un superman moderno. Aunque Anna no paraba de repetir que pese a que se sentía muy agradecida por la actuación de Sam, no debían exagerar demasiado ni sacar las cosas de su sitio. Le parecía grotesco compararlo con Superman, puesto que realmente le había parecido bastante mas oscuro que el brillante héroe del cómic. Pero las chicas eran así, bromeaban tratando de quitarle hierro al asunto e intentaban que Anna se sintiera mas relajada y ella lo agradecía. Como se había propuesto, organizó su correo y sus tareas pendientes y las programó para los días siguientes en previsión de alguna otra complicación. Pensaba acudir al trabajo sin falta al día siguiente , pero no obstante, era mejor organizar las tareas de modo que pudiera cumplir los plazos sin tener que verse sobrepasada de trabajo acumulado, por tomarse la tarde libre el día de hoy. Así que a medio día , con todo dispuesto y más tranquila de lo que había llegado por la mañana, se despidió de las chicas y dejándolas a cargo de la biblioteca y del cierre, se marchó a casa pensando en meterse en la cama y no salir de ella hasta el día siguiente. Al menos eso tenía en mente. Estaba tan cansada cuando llegó que se sirvió un pedazo de pastel de carne frío del frigorífico y sin calentarlo ni nada, se lo terminó, le dio de comer a Gus y fue derechita a reconciliarse con las sábanas que con malicia se habían enredado durante la noche entre sus piernas , aumentando la sensación de estar sujeta contra la superficie de una pared cualquiera en una oscura calle cualquiera de cualquier parte de la oscura ciudad..... Unos afilados y profundos ojos verdes la observaron desde sus sueños.
Continuará.....
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